jueves, 30 de mayo de 2013

Tristeza

Te escucho palpitar en el andamio de tu círculo, acomodado como el pupilo de una estela anciana, moldeando al mundo con tu cuerpo y el descubrimiento fausto de tu luna llena. 
Ven y acércate a mi puerta campaneando como un gato tu silencio, ven y cuéntame otra vez como te enseñan a excluirte, como te invitas a romper tu caso y a derramarlo en el jardín de tu escondite. Cuéntame, que permanezco día y noche esperando al marfil de tu perfume, la madera que conviertes en presagio...
Ven que yo también te estoy jugando, que te escucho atravesar mi desamparo mientras sueñas y te hartas de desear algo. Ven que yo también te estoy reflejando en este alud de engaños transparentes, que te da miedo masticar mi nombre porque conoce los detalles que te están hipnotizando. Ven y cae al mismo tiempo que mi lluvia, cae al mismo tiempo que derrumbo los claveles de mis obediencias, cae junto al filo que creé para apuntarte y aterriza en la verbena que comparten los amantes, que si así te recupero, aunque sea sólo en ese instante... podré resucitar mi vuelo.

martes, 14 de mayo de 2013

Guía

Cuerpo de barro eterno y piel de plumas inmortales, abanicas mi aura con el peso de tus piernas alumbradas, estás pintado con el grito más antiguo que la Tierra se ha guardado para arrastrar con tu presencia algún consuelo... como el que me suspiras en la nunca por las noches en que te desarmo, en las que te separo de cualquier lugar que te sostenga para que así sea simple tu caída y sea real el rostro con el cual amanezco entre mis manos.
Hombre de corteza pintada con el viento, de raíces milenarias y voz que parte del propio vientre de la Tierra, tu aroma es el presagio de muchas otras trascendencias que ahora están formando nidos en el borde de mi cama, que ya conocen de memoria el verbo de tu rostro quieto y tu boca exhausta, que palpan ciegamente las pulsiones que he inventado en el centro de tu espalda y tu resistencia alta y perfecta, para que cuando te estés durmiendo no te olvides de mi nombre y del temblor que te regalo al elevar tu rastro al puesto estrecho de mis sombras y mis abadías... pájaro inquilino de otras tierras que muerdes con tu gracia paisajes mucho más lejanos, tus marcas en mi piel son talismanes que invitan a no perderme, a involucrarme con lo que está escondido y olvidado.