domingo, 15 de mayo de 2011

Ekix


Tu presencia es el reflejo de mi solitaria intriga
y en tu ausencia determino los hallazgos de mi encierro
Me retuerzo entre tu vista que desnuda mis residuos
Que describe mi desastre como un bello emprendimiento
Y que implica a mi turismo en el suicidio de mis metas

Difieres cada impunidad de mis rechazos conocidos
Que recuperan su penumbra en el pesar de su discordia
Defiendes todos los efectos que destrozan mi experiencia
Que discuten la masacre en que respira mi servicio
Después de todos los derrames que cimientan sus caminos
Continúas el relato que separa mis respuestas
Y todavía no respondo al muy precoz entendimiento
Que me pregunta si tu rostro es un error en mis creencias
Si es real la voz que exclama tus temblores en mi espacio
Si es entera la armonía que conozco en tus desvíos
Si es tu mano la que entierra su verdad en mis silencios
Y si es tu vida la que invierte inclinaciones en mi hastío

Escondías mi apareiencia en el retrato de tu cuerpo
Y contenías mis secretos en tu escuálido bolsillo
Para encontrar en mis señales tus encuentros con mis sueños
Y recitarle mil mentiras al combate con mi angustia

Te entiendo en boca de lo oscuro y lo que encuentro en tus olores
En la espiral que me lamenta en cuanto invoco a mis montajes
En los estragos que respiro en cuanto afirmo mi reflejo
Y en los temblores que te aplico si te aguardo en mi destierro

No infiero paz que me rehaga
Ya estoy deshecha en tus desvelos
Ya mi destrozo deshabita mis linajes con lo ingenuo
Y mi desorden te reclama en los acordes de su carne

No infiero luz que me acomode
Que me ilumine como un cuerpo en el cenit de la memoria
Contigo olvido superficies entre el lugar que me comenta
Contigo inhalo escepticismos y descompongo espacio y tiempo
Contigo abarco las canciones que me invitan a su entierro
Y me libero entre las sombras que componen mi locura

Cada muerte exploratoria te adivina en su regazo
Porque eres nuevo entre las fauces que devoran tu apariencia
Que rescantan la frescura que alimenta tu desastre
Que libera exclamaciones por tu inválido argumento
Y que suspira mi cansancio en la verdad de sus recuerdos

La oscuridad no se acostumbra a lo profundo de tu cuerpo
A los tesoros que atormentan la tristeza de sus noches
Al sufrimiento que torturan tus miradas acuciantes
Y que desgarran las cenizas de un dolor casi perfecto

Te encuentro en manos de un destello que se atora entre deshoras
Que crea olvidos en despóticas crueldades de mi mente
Un inquilino entre las ramas que decoran mis suspiros
Un fiel voltaje entre las sombras que nivelan mi semblante

La timidez que me distrae en los amarres de mi silla
Desfonda claves que retrasan el vergel que te aniquila
Que te reforman en la sangre de mis crueles recovecos
Para encontrarnos en un beso en el que todo salga muerto

Naciste de un rescate infausto en el que irritas la certeza
El que acumula apocalipsis en la calma de mi crisis
El que murmura los abrazos que destrozan mi corteza
La que rompe los destellos que dormitan en mi carne

Abarcas más que tu camino y la conciencia que me aturde
Me obliga a verte mientras nace otro desplomo en mi postura
Que me culmina y recupera en la cadencia de mi ensamble
Y me descubre en la ternura que respeto en tu silencio

Si existes es porque mi vida tiene algún remoto escape
Algo que al fin se muestre entero en el desastre de mi angustia
Un renacer que desordene el vil retrato que me cubre
Y no tener que mantener alguna forma en mi respuesta

No quiero ser alguna historia en que recuerdes tu ropaje
Lo mismo que le ha sucedido al mundo en su miseria interna
Si soy seré el temor que exhales, en donde encuentres tu secreto
El cual repartas luego en todo mi escuchado entendimiento

Tu olor se escurre entre mi clima y la ponencia de mis sueños
Estoy errada en cada lado, no hay razón que me libere
Tu ser no es algo en lo que pueda desterrar a los reflejos
Es lo que abarco cuando entiendo que no hay fin que te oscurezca

Eres incierto como el claro que me alumbra en mi vagancia
Y eres tan libre como el hilo que recorre mi apariencia
Eres extraño como el cismo que desnuda mi censura
Y tan sutil como el murmullo que derrite mi aspereza

No soy yo quien te está viendo ni quien lame tu belleza
Pues ser alguien no distingue la verdad que te sostiene
No diré que es lo que aparta a los estragos de mi quiebre
Es lo que mueve los alambres que me armaron en tu fuero
y lo que invita a mis desierto a venerar su decadencia

Sólo tú eres el testigo de mi vuelo introvertido
Sólo a ti puedo mirar como no habré mirado antes
Sólo tú puedes tocar la frágil bestia que alimento
Y que palpita en su estupor para esconder todo su peso

El infinito está marcando su temor en mi ceguera
Me quiere abrir como un engaño al que atraparon los dibujos
Recibe muecas transparentes de mi anclada evanescencia
Ya sabe que espero su muerte en las entrañas que me crean

Te trago suave y lentamente en todo el ritmo que te observa
Para alargar en mi garganta el daño hermoso que derramas
Así esconder entre mi lengua ese sabor que almacenaste
Y utilizar su magia interna en los retornos de mi sangre

Rompiste mi compás, en el cual ya estaba arrastrada
Para arrancar con nuevos ratos que no hallaba conocidos
te encuentro a ti sobre mi caso, el que estudié alarmantemente
Y que ahora anulo entre el despliegue de tu cráter escondido

Me alargo en tus sonidos rotos y el rincón que te acumula
Pues tu energía evoluciona entre la muerte que me cuenta
Me expande el ciclo que te adora y que te apunta en su delirio
Soy un extraño al cual respeto en cuanto inhalo tu presencia

No soy un cuerpo ni un deseo ni un millón de otros devíos
Soy lo imposible que despierta entre tu olor y mi ternura
Que sólo existe en la fusión entre tu abismo y mi entereza
Y así formar este suicidio, el más hermoso en su respuesta
Pues encontró en tu resplandor el verso que más me libera

Abarcas más de lo que tragan mis descalzas tentativas
Eres el rostro del vislumbre que corrompe lo certero
Algún temor que el mundo extraña en su perdido egocentrismo
Algo que emerge de otro tramo y no terminas de entenderlo

Eres extraño como el grito que recorre mis sospechas
Igual que un párpado que amarra su tensión al recorrido
Estás creado en lo que inspira a la agonía con su juego
El que trasciende los retratos que alimentan mi tormento

Tu piel no es simple desatino que tropiezo en la inconciencia
Es donde escondes la belleza que se agita en mi contacto
Eso que inquieta mi sensible y rescatado ojo rehecho
Y que me explica los secretos que discuten en tus rasgos

Tus labios rozan el misterio que te escribe en la penumbra
El que distrae mi experiencia en cuanto besan mis estragos
Tus ojos vuelan más allá del horizonte más perdido
Y traen quietos en su intriga el trago de un verso más amplio

Ya me estoy enamorando del impacto en mis abismos
Su vértigo y su limpieza me retornan escribiendo:
No hay necesidad de verte para amarte en mis desaires
Ni que entretenga mi obstrucción silbando infiernos con sigilo
Tu invisible anatomía se revuelca en todo el resto
Fulminando mi anarquía en el respiro de un cigarro
Observando con su frente la ruptura de mi encierro

Lloro al día ocn los dedos enterrados en mis venas
Es real como me abrazo en cuanto el cuervo se aparece
Un acceso de ternura que responde a mi simpleza
Que se olvida de mi vida y mi retrato sostenido

No soy real ni en ratos sordos, ni en momentos extraviados
Soy un paso en un lamento que nació sin avisarme
Un frío inculto que se cae en sus torcidos miramientos
Más tú respondes al murmullo que no atrevo a formularme
Tu lenguaje no se inspira en algo externo a tu belleza
Es la pintura que decora el nacimiento de este arte
Algo que apunta más allá de lo que pueda ser marcado
Tocas el miedo que se escama en el aliento de tu sombra
Trago la muerte que se escapa en cada paso que me aumenta

Siempre eres nuevo en cada tramo en que te ubica mi conciencia
Quiero que encuentres reflejada en mi pureza tu real alma
Y te sorprenda el rostro que yo veo en ti tan claramente
Mostrarte más que el infinito que se asoma en tu semblante
Eso que espera recorriendo tu desnuda piel eterna

No soy yo nadie para anclar algo tangible en tu silencio
No soy ni un trago que se encierre en el licor que te revela
Soy lo que afloja el negro nudo que te ataste entre tus ojos
Así te encuentre desolado en mi desierto de presentes
y regalarte dimensiones nunca antes exploradas
Mientras sollozo en la ternura de observarte sin preguntas
Ese misterio sin respuesta que se eleva entre tu vuelo
y grita siempre que no existe algo que explique esta locura

Amarte ya no significa intoxicarte entre deshechos
Sino aceptar tu magnitud en las ranuras de mi viaje
Para que así tú puedas ver que abarcas todo lo que encuentras
Amarte ya no es algo que pueda escribir o expresarse
Va más allá de las palabras, la razón y distinciones

Me sorprendo en la sorpresa de encontrarte en mis extremos
Y masturbar lo que dormita en lo inconsciente de mi sueño
Descubrirme masticando los mordiscos que me celan
Descubrirte emancipando los escombros de mi suerte

Agradezco cuando inhalas el sabor que te regalo
Y el rubor que cristaliza mi fusión con tus caricias
La verdad que se incomoda en el temor de mi garganta
Pero que escapa entre suspiros que descifran tu penumbra
La verdad que se acumula en cuanto atrapo tu estructura
La cual desarmo con los besos que revientan en tu centro
Y que me escalan por las noches que transpiro mi agonía
En donde engaño a las mentiras que me engendran con su nombre
Y en que te nombro y se repara el interior de mi lenguaje

El miedo irrita mi sudor y mi perfil supervisado
Pero devuelve la mudanza a mi cortejo de excelencias
Y se separa en trascendencias recitadas en mis libros
Y me recuerda en la caída luminosa de su alma

Liberarme en el orgasmo en que se esconde mi existencia
Escalarme más allá de lo que entiende mi registro
Decaer en el sinfín de atrocidades que desbordo
Serás el templo en el que brille mi adorado extrañamiento
Y cubrirás en mi cabeza las derrotas que hipnotizo
Envicias mis delirios rotos dominados por su hambruna
Los nivelas mientras rugen humildades excluyentes

Tu destino se me enreda entre los pasos que me miran
Entrechoca con mi pecho en despertadas coincidencias
Me restriegan en los ojos la verdad de sus mensajes
Que ésto es sólo un sueño albino en donde juega mi ceguera
Mencionas mis sudarios negros como el sorbo en el que siento
Las cenizas del infierno me secuestran mi estrategia
Me perfuman con su humo embalsamado de solturas
Me decoran con sus joyas rescatadas por la angustia
Disfrutando de mis gritos y mi inquieta cercanía
Los vapores de su aliento se alimentan de mis vicios
Pero tú me das la mano en el suspenso que transito
Y yo beso a la crueldad que nos visita entre pedazos

Caminas con mi incertidumbre en inexplicables risas
No hay ni un lugar donde se aprenda a conocer tu abstrusa esencia
No hay nada que enseñe a querer lo bello de tu interna clave
No hay nada que pueda entrenarme para entrar en tus deshoras
Eres eso que surge cuando ya miraste al mundo entero
Algo que existe cuando ya no existe nada que te amarre
Eso que otrora no encontraba entre mis límites esbeltos
Pero que incluso sin saberlo merodeaba en mis estrellas
Y que ahora se muestra en la forma de una hermosa obra de arte
y que me deja acariciar las pinceladas que la avivan
Esas que beso entre infinitas colisiones escapadas
Esas que abrazo entre temblores rescatados por mi vida
Lo que rompe mi desconfianza hacia el vacío que me espera

Entreten a mis sentidos, su locura me sepulcra
Aturde todo lo que infiero, que te imploro en mi proceso
Intento verte desde el fondo y mi cabeza se molesta
No creo en nada que formule pensamientos superpuestos
Admiro el rastro que soporta tu secreto inadvertido
Inquieto al mando que retiene a mis sonidos espontáneos
Anula el grave amanecer en mi torpeza decadente
Entiende que estoy registrada en la tormenta de mi sombra
Que muero en lo que me encontraste esclavizado a mis deshechos

Te quiero más que a la confianza de mi anclado nacimiento
Mezo en mis brazos al demonio que destruye mis hastíos
No entiendo lo que se percibe en la apariencia de mi vida
Pero sin todos los errores que visten mi encubrimiento
No podría ver tus ojos invocados por mis gritos
Pues requieren de una vista veterana en lo imposible
Y la mía ya es experta en renacer sobre los límites
Por eso juega con la brisa de tu encuentro superado
Y con la insignia que te brota en las mazmorras de tus soplos

Estar contigo es un sinfín de incoherencias liberadas
Donde lo oscuro y lo más claro se penetran con anhelo
Una orgía de rupturas en las reglas preservadas
Un continuo nacimiento de lo nuevo en tus desaires
Una ternura por lo inverso que se dobla entre placeres
Todo lo que explota en mi punto en cuanto entras en mi derrota
Esa que ofrezco entre suspiros cuando envuelvo tu escultura
Lo que me encuentra más hermosa mientras calmas tu delicia
En el calor del más interno acontecer de mi armonía

Ahora camino con los rastros de tu aliento entre mi cuello
Y con las huellas de tu piel en el estreno de mi vientre
Con la energía que te exclama en el despacho de mis piernas
Y tú con los nuevos aromas que arrojé en tu resonancia
Algo que nunca había existido en lo problable de esta Tierra
Y que ahora marca su temblor en el poema que creamos

El choque de nuestro rumor no puede nunca ser expuesto
Concluye con la destrucción de lo esperado y conocido
Ya soy más amplia, más oscura, más sucida, más eterna
Me escondo porque mi silencio es víctima de la derrota

Entre agotadas escaladas llegué al borde de tu nombre
Y el sudor rodó en mis uñas enredadas en tal miedo
Cayendo sobre el impacto que destroza todo el cielo
Y que duerme con los ojos que nacieron con mis restos

Estertores


Se derrite y se disuelve
Tu piel que es niebla disfrazada
Púrpura esencia agonizante
Sin jamás haber nacido.
exhalación erótica de mentiras
Fumas el cigarro de los mundos
Arrastras cenizas de huellas milenarias
Enciendes el principio de mis ojos
Que despiertan el ardid de mi latente histeria
E inquieta bestias enjauladas
Del sabor opaco del destierro de principios
y la lacónica ironía de mi nacimiento incierto

La salud espesa de mi orgullo
Invade el tiempo con su aroma
Es humo inquieto que respira
El incienso tenso de mi carne

No comprendo la desidia
De cada estoico montaje 
Que cantaron las tertulias
De este libro interminable

Me arrepiento de tu vida y de la mía
Cual infiel presagio de canciones
No soporto ser tupresa, cruel destino
Ni concibo ser tu aroma, cruel engaño
No permito ser tu asco, cruel lamento
Ni limpiar tus indecencias, cruel encanto

Mi piel es el corpiño de una historia ya contada
Sujeta precaria sus palabras
Un gran tesoro inscrito en brea
Que imagina un piso firme, sin talento ni destreza.
Oh, locura infinita, Oh locura envolvente...
¿Quién ha sido autor de esta álgida mentira?

No paramos ni un minuto a rozar nuestras pestañas
Por eso todo sabe a infierno, huele a infierno
Derrama infierno, es infierno

¡Hermosa angustia de incertezas!
Si no te comparto pecan mis lazos
Los aque amarran fuerte mi extrañeza
Te susurro todo el día, Belleza
Te enredo en mis peinados y en tu nombre falso
Te vigilo cuando rompes los papeles
y te seco cuando nadas en los charcos

Despega tu tinta de mi piel
Que está volteando ya mis pasos
Que envilece os murmullos de presagios ermitaños.
Despega tus alas de mis brazos
Que entorpecen la impaciencia que limita sacudidas
de tu espasmo preparado

Nunca sé a quién le escribo
Pues mi piel nunca distingue
¡Muerte al cielo de los días!
No hay pasaje subrayado
Ni certeza transcribida
¡Muerte al día de los soles!
Si todo es asco en tu vileza
Y todo es fiel en tu santuario
¡Muerte al sol de tu camino!
Que alumbra trazos transitados
Y ensucia el velo de su insignia

Me suicido en tu argumento, desdicha
Pues no entiendo mis consuelos
Me ahogo en tus caricias, tormento
Si tus llaves cierran mi ternura
Desgarra mi garganta, angustia
Que corrompes toda mi pureza
Si ya soy fiel a tus tragedias
Y mi hogar transita por tus venas

Me suicido en tu argumento, tristeza
Pues no le creo a tu enemigo
Si escapas de tu ruina inmunda y desalmada
Para encontras así a un compañero
¿Por qué no me permite la vida aceptarte en mis terrenos?

No hay augurio más oscuro que tu cuerpo
Ni sudor más extenuado que tu risa
Maltrato en ti mi sufrimiento
Para salvar mis pesadillas
del cruel pudor de la ceguera
del valle gris de anatomías

El miedo escapa de tus ojos
No quiere estar en tu morada
Si vivir en tus pestañas ha traumado su escondite
No quiere perfilar tu rostro
Ni reformar tus mil matices
Si quiere huir de los rescoldos
en que agraviaron todo límite

Incinerar el respeto por tu carne
Que sin querer ya la perdiste
impugnar el medroso aliento de tu noche
Que amortigua el fuero de tus truenos
Morder los vástagos de tu penumbra
Que ruedan por mis versos tristes
O tal vez buscar otro remedio
Y así excusar otro desvelo
Para comprar la obediencia
De cada extraña decadencia
Y chantajear flagrantemente
A cada raudo sufrimiento
Para vivir entre los muertos
Sin apreciar las asperezas

¡El precio es caro, falso cuelo!
Si en la verdader esencia de mis planes
Ellos despojan su gran peso
Marcand estruendos de ese hastío
En mis exangues pensamientos

Soy autora de una justa venganza
Entre luchas y desidia ciega
Contra imágenes que evocan sueños
Y saturan puntos luminosos
Con los más grotescos medios

Soy el desastre enaltecido
En un desierto de tertulias
Unrumor desesperado
Que fulmina evanescencias

Soy el amargo y gris encuentro
Entre exóticas vivencias de distintas paradojas
Un sensual infierno de contradicciones
Y un derrame de quimeras abortadas

Soy el caos evitado por apócrifas querencias
Y la consecuencia errada del cuartel de tus livios
Un portal febril ornamentado con veneno
Escondido en el olvido de las calles de tu esencia
Soy el marco oscuro de los cuadros ciegos de tu noche
El halo frío que distingue tu inherente melodía
Soy un fin equivocado que no alarga tus carencias
Y no salva tus sonrisos del vacío que las quema

Soy la negra destrucción pintada en un espacio establecido
Una clara excepción cargada de verguenzas asesinas
Canto espasmos de cordura que agonizan sus sentencias
Entre babas que formaron la traición de su sustento
Entristezco las semillas de obstrucciones que vivieron
Entre metas admirables que formaron su alimento

Y si es mentira que no existo
Que algún calor sea piadoso
Que no supere mi extrañeza
Y no recoja mis despojos
Que no ignore los latidos de mi trágica advertencia
Ni sumerja su costumbre en el hogar de su apariencia

Y si es verdad que estoy ahogada
Entre este impulso lastimero
¡No reclames mi entereza, héroe incauto!
Que es el yelmo que encrudece
el sabor de mi mutismo

Y si es verdad que soy ajena y expatriada
De la simple preferencia de lo que siempre termina
No compares mi presencia, ser besado
Con la infamme diferencia de lo que jamás me ha visto
Ni defiendas mi postura, héroe extraño
Si transpiro la belleza del encanto más perfecto,
El traspaso de los cielos de la más terribleausencia

Inventé un ciclón de historias con tu nombre
En un intento de afirmar tu sutileza
Y descubrí que no refiero tus señuelos
Pero que cargas con mi frente descompuesta
Ya no formulo negligencias con tu espectro
Ya no reciclo cataclismos con tu estela
Yo sólo arraigo mi interés en tu escarmiento
Para que cantes con tu voz mi independencia

Estoy ancladas entre las garras de tu tiempo
Agonizando entre el vergel de la inocencia
Recreando las tres alas que decoran tu camino
Y que elevan la cordura de los vuelos de mi inercia

Estás ahogando mi destino con tus dedos invisibles
Y no recuerdo haber gritado cuando tuve mi momento
Y ya no elijo estar manchada con tu lívida grandeza
Si devastas mi ternura
Si desligas mi sorpresa
Si acometes violaciones contra lo que me derrama
Y si ensucias los rasguños que despierta mi indolencia

Despójame de las vivencias, profecía
Cual escuálida e inservible diferencia
Que en las noches de tu trémula agonía
Yo me expando entre invisibles experiencias

martes, 10 de mayo de 2011

... y se acaba hoy


La droga que me mortaliza
Arruina ya mi compostura
Paranoia a través de la costumbre
La angustia me vuelve cenizas
Orienta a oscuras mis arrastres
Mi rostro no me reconoce
El deseo que me engaña desnivela mi sentido
¡Hasta cuándo! Se lamenta mi impotencia esclavizada
Mis ranuras no se entienden para así aceptar su suelo
El hastío me acumula en un desgaste exponencial
Estoy deshecha en un antiguo amanecer que no oscurece
Las cadenas que me imitan se cansaron de su hierro
Expúlsame de mis terrenos, ya no quiero mi lenguaje
Arráncame de esta imagen, ya no soporto sus sonrisas
Envíame a un lugar extraño en donde no hayan experiencias
Explótame en la eternidad que extraña a mi ser escondido
Olvida a mi cuerpo aturdido que estoy muerta y ya no vivo

Anhelos Medrosos


La soledad penetró mi pureza aturdida
Me amó más que la noche demi sórdida estancia
Suplicó mis abrazos en un tierno desarme
Y besó la hermosura que escarbó mis mensajes

No soy vírgen de espacio ni soy vírgen de trances
Prostituta de edenes y de infiernos perdidos
Proxeneta de almas y de amores suicidas
Asesina de calles y de culpas vendidas

La soledad vendió su imagen en mi piel impenetrable
Y apretó con fiel empeño lo pueril de mis caderas
Bailó tangos con mi pecho en una helada madrugada
y durmió junto al encierro que vistió a mi voz cansada

No escapé de tu tristeza
Ni engañé a tu inquieto encuentro
No escondí mi cruel sorpresa
Ni encubrí mis diferencias

Respiré con tus cenizas
Palpité con tu semblante
Y si te grito en mi amargura
Es porque extraño tu rescate

¿Se descubre qué?

¿Qué tan trágica es la condición de tu alma como para ensancharla de tal manera en que dolorosamente logre entrar yo en ella? Tu cuello recién despertado en ese ritmo que respiraba con mis labios separados a mi rostro inquiento. Tu frente cicatrizada en mi anarquía, mis costillas llorando amaneceres no deseados...

Alivios Pesados


Estás quebrándote en mi vientre
Le quité el nombre a las estrellas y al sonido de los charcos
¡Ay de mí! Ahora no puedo andar con el cuello cerrado
¿Qué será de mi expediente?
Se me está marchitando el vertedero, se me arremolina el centro de las ilusiones
Te escucho crujir en mis prendas escondidas
Tan caliente como el pecho de tu lengua
Tan rugoso como el susto que aparentas
¿Qué será de mi regreso a los galpones?
Ya no puedo ni imitar mi recorrido
¿Hay neblina en mis zapatos, mordedura?
Se me está cayendo el robo, drenaje
Se me acaban todas las agujas.
Te quiero decorar completo de claveles negros
y de orquídeas de obsidiana.
Sostenerte con mis dedos en el hombro de las sombras,
y verte en claves elegidas por las más ambiguas luces

NO TOCAR


¿Qué escondes, desastre, que te apareas con mis huesos? Ese oscuro deterioro es el aroma que me roba de todos los pescuezos mentolados, vomitados, encantados y perfectos. ¿Cuál es el sopor que escupes, mutilada sepultura? ¿Qué otros rostros has manchado para hincharlos en tu cáncer retrasado? ¿Qué otras lenguas has mordido para anclar en tus mil tumbas? ¿Hasta cuándo tocarás las las teclas que murmuran tu escotada torcedura? Me estremezco entre gemidos delicados cuando invoco tu infinita situación revisando sus rincones polvorientos en la vista de inocentes cuartos calentados entre brazos tolerantes. ¿Encontrarás allí tus brazos, pintura esclava del color de tus pinceles? ¿Encontrarás al finel cuello que rugía su impotencia entre los ecos de tus montañas invisibles? ¿Cuántos suspiros más seguirán desangrándose por tus muelas solitarias? ¿Seguirás temiendo al ojo que te apunta el hueco que incrementa tu cansancio? ¿Por qué caminas tropezones y tropiezas realidades? ¿Cuántas veces diferentes someterás a tu penumbra hasta librar tu hambre hambre en sus lamidos redundantes? ¿Silbarás tus soliloquios en tu inquienta divagancia por las calles de tus venas flacas? ¿Crees que tu risa engañará los trajes que vuelvo a estropear cada vez que me levanto?
Por tus cejas he aprendido a besar mis propios labios, a desnudarlos en la única belleza que me apaga y me silencia en una trágica advertencia que se acuerda de todas sus intuiciones apresadas. ¿Crees que estás limpio en ese castillo que abandonas para no escuchar el frío de sus paredes de piedra?
Me divierte verte agachado en los sudores de tus hermosas pesadillas, persiguiendo su salada tontería como un juego que acordaste estacionar en tus ventanas incómodas, que sujetan tu cabello ensortijado entre serpientes remodeladas por tu mal presentimiento.
¿Todavía respiras con el mar que te hizo gris y opaco con motivos especiales? ¿Continúas esperando que memorice cada sombra que explotó contando nombres que te expresan? Todos eran diferentes y ninguno era acertado, oh desastre en llamas, desastre involucrado con mi ombligo, desastre acalambrado en mi reptil indiferencia, demonio acalambrado, demonio chirriante, espejismo malvado, carne cruda amaestrada, tentáculo de vicios fluorescentes, espina muerta, molécula de asco, indignidad preñada con su sexo descompuesto, compostura molestada, ligadura de completaciones perdidas, vello escondido en una rama rota, solitaria galaxia, momento inacabado, orgasmo deprimido... a veces me sorprendo odiando el grito que enterraste en mi camino derramado. A veces creo que me flotas como un párpado náufrago en los ríos de su calambre recurrente.
¿Por qué no intentas penetrarme más que allá de mi bajeza vírgen e inestable? ¿Por qué ignoraste los arroyos que escribía en tu abdomen magullado? ¿Pensaste que eran de ceniza las disueltas en mi cuero cabelludo?
¿Por qué robaste mi antigua aparición y no me invitaste a visitarla cuando mis unas comenzaron a absorber las transparencias que les recetaste?
Fue tu mandíbula crujiente la que me invitó a fumar cigarros en el puerto de las paredes pasajeras. Fue tu calavera triste la que tomó el vino que lloraban los dedos de mis manos retorcidas.
¿Por qué tocaste el punto que escondía en mi desesperada tardancia?  ¿Por qué ahorcaste la escultura que me vigilaba en las carreteras de mi espalda?  ¿Por qué bebiste mi masturbación escupida en el ocaso de tus zapatos negros?
Tus tijeras deformaron el museo de recuerdos acostumbrados a mi limpieza. Olvidaste que no puedes matar a lo que ya murió antes de tu llegada de diamantes negros y brújulas desorbitadas.
No me creíste, por eso no me viste, ¿verdad, precioso? ¿verdad, esperma de momentos frágiles y desnutridos? ¿verdad que mantuviste siempre los ojos cerrados, belleza devuelta y revuelta y siniestra? ¿verdad que eres tan trágico como yo? ¿no es cierto que eres tan horrible como yo, tú que no dejas tocarse? ¿Por qué crees que golpeo la parte de atrás de mis rodillas? Es por tu nuca, amor sellado, por tu espina dorsal, por tus alambres, por tu tangible inexistencia.
¿En dónde estás? ¿Ya eres feliz, payaso asustado, ya estás completo?
Ahora soy una nube discordante que flota en las arrugas de la nada restringida. Suenas bien, preciosa lluvia... es deliciosa tu vibración, es riquísima tu frente y tu miembro paralizado. ¿Ya estás en calma, huracán atormentado? ¿Ya estás seguro de tu vida, mentira extraviada? ¿A cuántas otras ruedas les has clavado tus gruñidos? ¿Cuántos pechos lamerás hasta ligar tu vicio atolondrado y anodino?
Estás tan muerto como yo, amor angustioso, amor de hojalata, amor de vino. Tu espiral se accidentó como la mía y no saben reivindicarse, amor de ramas oscuras, amor de todo lo prohibido, amor improbable, amor onírico, amor de sangre espesa, amor de cigarrillos, amor de café muy oscuuro, amor con el estómago exprimido, amor de cuevas inventadas, amor de cuervos invisibles, amor demasiado desconocido, amor que grita su impotencia, amor que teme mirarse a los ojos, amor de transciones chuecas, amor de pálidos recuerdos, amor de alcohol martirizado, amor de tacto esfervescente, amor que no querrá jamás ser localizado.

Alquimia Inversa


Exhalando incautas recuerrencias
El deseo se me atragantaba
Doblegando su calor en los temblores de mi pecho
Sometía mi silencio a una descarga de cerillas
Y yo amoldando mis pupilas aldesgarre de lo incierto
Adoptando mi postura a un pulso que me suavizaba
Recurriendo a la derrota de una duda qu eme explora
Y zumbando entre mi ardor el pozo de un oscuro alivio
El tacto de punzantes grietas se elevó en mis abadías
Descubriendo en mi abertura una morada avasallante
Reconocí entre mi destrozo el caos que todo sepulcra
Encarnizado en el desastre que gritaba entre mis piernas
Alcé su rostro y el demonio me aturdió con su mirada
La perfección depositada en negros cuencos expulsados
Y no hay belleza que asemeje el arte que inundó mi ascenso
Que cuando al penetrar mis sombras fui yo quien lo adoctrinaba
El éxtasis de un manicomio de frecuencias reprimidas
Algo que el diablo no esperaba encontrar en mi inquieto abismo
Y fui yo quien, ahora completa, masturbaba al infinito
Mientras el infierno asustado se invocaba en mi apertura
La muerte no encuentra el sonido que pronuncia mis palabras
y no hay lenguaje que se invente para así abarcar mi nombre
El terror me implora en versos ebrios del licor que sudo
Y el negro traje del tormento se alrga en mis uñas pesadas
La angustia se sacude entre el lamento que me reza
Penetro las penetraciones de un imán de calaveras
Dos vacíos me secuelan en la cruz de atrocidades
Descripciones que molestan el fulgor que me acompaña
Y me separa en una unión de los ponientes restaurados
Un cementerio desalmado de locuras contungentes
Mi columna iluminada de luces que nunca prenden
Y que murmuran mi risa en ecos indocumentados