domingo, 15 de julio de 2012

Alma Compañera

Te convertiría en arte para alcanzar tu rostro en cada una de mis muertes, para inmortalizar tu peso en mi plegaria y seducirte eternamente, así arrastrar tu sonrisa al fondo de lo que me apunta, que es tu dedo y mi destino, tu espalda abierta y mi abertura. Te advierto en cada paso, amor mío, me liberas con el filo de tu indómita existencia.

martes, 10 de julio de 2012

Quiero al fin despertarme y no reconocer esta piel, este cuello y esta frente, que mi nombre sea mi verdugo y mi paciencia otra mentira, quiero romper lo que todavía no puedo haber reconocido, saltar cercos que no puedan medirse y asustarme de mis propios pasos, no reconocer mis huellas y desarrollar otros olfatos.
Quiero resucitar mi caída y esconder todo mi rastro, que me mires a la cara cuando me estés rescatando, que observes como tu nombre se derrite de mis labios y como mi calor se exilia de sus dictaduras cuando te estás acercando.

A la Lujuria II

No recuerdan cómo apuntarme, prefirieron evitar mis negligencias, ya no recuerdan que era yo quien me agachaba cuando oteaban la maleza.
¿Por qué inventaste el contorno de mis huellas? ¿Por qué me imaginaste oscura y sin destreza? Me hiciste inquieta para atormentarme, prostitua de tus ayunos y tus mantras; dejaste que me lamentara, que mi infancia terminara y que creciera mi apetencia, que sus curvas se amoldaran al resto de mis caderas, que mis labios inclinaran el calor que me quebraba, que me madurara el tacto y añadiera más quemadas a este muslo en rebeldía... y no llega a jamás cansarse, a jamás ignorar mi hambre y socorrer mi otro desgaste... y es que las opciones que me orbitan nunca quieren demostrarse, tuve que hacerme desgraciada para calentar tu oreja, ser demasiado inconveniente para que me sorprendieras, reducirme a mi carencia para que nunca me ignoraras, hacerme adicta a tus maneras para lograr así afirmarme, para que me crearas al tocarme, creer que algo me limitase...